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Proyecto Bosque Modelo Pichanaki 2021 “Desarrollo de Tecnologías para la Producción Sostenible del Cultivo de Jengibre (Zingiber Officinale) en Pichanaki, Selva Central del Perú

Introducción

En el Perú, uno de los bosques modelos reconocidos por la red iberoamericana de Bosques Modelo – RIABM, es el Bosque Modelo Pichanaki que tiene un área de 124770,5 ha y fue reconocido por la red en el año 2015. En este ámbito de la selva central del Perú, se viene ejecutando el “Proyecto Restauración Bosque Modelo Pichanaki – Perú y dentro de este marco, se ha sugerido el desarrollo de un conjunto de tecnologías para la producción sustentable del cultivo del kion en Pichanaki, selva central del Perú.

En nuestro medio el principal factor de origen de los incendios y el cambio de uso de suelos es el cultivo de Zingiber officinale o “jengibre”. Este producto agrícola es cultivado en suelos que provienen de la tumba y quema de los bosques primarios y secundarios, ya que a estos le atribuyen propiedades agronómicas óptimas como: porcentaje de materia óptimo y pH cercano a la neutralidad, una fertilidad natural que le brinda la biodiversidad y materia orgánica abundante, así mismo una baja incidencia de plagas y enfermedades; por tanto, se maneja la información de que los niveles altos de productividad tienen relación directa y proporcional al cultivo de jengibre en “suelos nuevos” provenientes de la tumba y quema de los bosques. Por esta razón, todos los años se va interviniendo sobre el área boscosa para realizar este cultivo. En los últimos 15 años la tasa de deforestación en el Bosque Modelo Pichanaki (712.3 hectáreas por año) está relacionada directamente al número de hectáreas de este cultivo y este va en incremento.

El 42 % del territorio del Bosque Modelo Pichanaki se encuentra ya intervenido habiéndose implementado principalmente jengibre. El patrón de intervención relacionado a seguir talando es la ausencia de información sobre los niveles y/o alternativas de insumos, fertilizantes o prácticas agrícolas sostenibles en general, para hacer el cultivo en campañas sucesivas evitar la presión sobre el bosque y hacer rotaciones de este cultivo en una misma área; así también cómo asociar este cultivo a una propuesta de restauración bajo sistemas agroforestales.

Las áreas intervenidas y abandonadas por los productores en sus predios después de una primera intervención rápidamente son infestadas por unas malezas agresivas como el “killo” (gramínea) “chaca chaca” (helecho).

El manejo agronómico de estas malezas principalmente determina el reto para insertarlas en un proceso de restauración, razón por la cual serán evaluadas.

En los últimos años el cultivo del gengibre en la Selva Central del Perú ha tomado relevancia; debido a la potencialidad edafoclimática de esta zona para obtener un producto con las características organolépticas y nutricionales demandadas principalmente por el mercado externo; así mismo, por los precios que han representado un incremento de hasta el 300% entre los años 2006 y el 2014. Estas características han promovido la implementación de mayor superficie cultivada reportándose un incremento en un 65% entre los años 2009 al 2010, y en 237% entre los años 2013 al 2014 (SUNAT, 2015). Sin embargo; se estima que el 95% de la superficie sembrada en los últimos años se hace en terrenos que provienen de la tumba y quema de bosques. La práctica de la quema en campos para el cultivo de jengibre provoca incendios en ecosistemas boscosos adyacentes.

Socialmente, es relevante mencionar que la tumba y quema para realizar el cultivo de kion; así mismo, los incendio provocados por esta actividad están consideradas como una acción administrativamente sancionable (Ley Forestal y de Fauna Silvestre N° 29763) y penalmente considerada como delito ambiental (Código Penal, Ley N° 29263); por tanto, gran parte de la actividad kionera tiene una alta vulnerabilidad social.

Ejecución de Acciones

La investigación se realiza en el distrito de Pichanaki, Bosque Modelo Pichanaki, ubicado en la provincia de Chanchamayo, región Junín en Perú.
Los ensayos serán implementados en campos degradados del Fundo Sancori, ubicado en
C.P. San José de Alto Zotarari. Coordenada de referencia:
Este: 517497.64
Norte: 8795320.45
Altitud: 888 msnm.

Resultados e Impactos Esperados

Actualmente no existe información científica respecto a cómo realizar el cultivo de jengibre de manera sostenible, y cómo abordar la perdida de área boscosa y generación de incendios en ecosistemas del Perú, relacionada a este cultivo. El Proyecto RESTAURACCION Bosque Modelo Pichanaki, financiado por el Gobierno de Canadá, será pionero en este tipo de aportes a la conservación y restauración de ecosistemas.

Los seis ensayos han sido instalados en su totalidad en las áreas descritas del ámbito del Bosque Modelo Pichanaki.

El presupuesto asignado a la tarea 1 relacionada a investigación ha sido ejecutada y utilizada en su totalidad en la implementación de los ensayos. Las evaluaciones y resultados posteriores serán tomadas por los responsables de la tesis doctoral y profesional.

Los primeros resultados analizados están relacionados a la caracterización de los suelos. Propiedades físicas (textura, estructura, contenido de materia orgánica entre otros) y químicas (pH, conductividad eléctrica, saturación de bases entre otros), que han permitido proponer las dosis a probar y establecer los ensayos. Es importante resaltar que la naturaleza de esta investigación se relaciona a restaurar las propiedades, descritas antes, de los suelos es por eso que es importante resaltar esta etapa de planificación en la que el equipo investigador (investigador experto, principal y adjunto) propone las alternativas a probar.

 

La implementación de esta investigación genera dos alternativas en pro de los recursos forestales: El cultivo de jengibre es el principal agente de pérdida de área boscosa promoviendo la tumba y quema; por ende, la generación de incendios. Hasta el momento el 97% del número de hectáreas de cultivo de jengibre es el número de hectáreas de desbosque, no se realiza este cultivo en suelos ya intervenidos porque no se tiene definida las prácticas culturales necesarias para que estos suelos sean productivos. Este cultivo también se perfila y propone como un cultivo, ya que tiene un ciclo fenológico de nueve meses, que formaría parte del sistema agroforestal con fines de restauración productiva.

El ensayo de malezas bajo una propuesta de restauración permitirá generar información sobre dos malezas muy agresivas, para nuestro caso un helecho”chaca chaca” y una poacea “killo”; para que dentro de una propuesta de restauración pueda emplearse el manejo correspondiente y convertir suelos valvios o abandonados en productivos.

Instalación de centrocema y maní forrajero como cobertura

Implementación de ensayo de densidades y variedades de jengibre.